domingo, 6 de abril de 2008

Seleccionado y Publicado: Concurso nacional de ideas para jovenes arquitectos 2007. Parvulario Fuencarral-El pardo.

Nuestro proyecto fué seleccionado junto con otros 19 de los 220 participantes.

La idea generadora proviene del interés por aislar a los niños del ruido, el tráfico, el estrés, la contaminación…
y que dentro del parvulario estén en un mundo, desconectado de la ciudad.
Para esto se crea un abrazo verde, que rodea el patio y la escuela protegiéndola del mundo exterior, se le denomina abrazo verde, por su forma y función. Rodea y crea espacios íntimos, frena el aire frío en invierno, refresca en verano, y ocultan la visión del tráfico y el ruido.
La escuela se cierra a la ciudad y abre ventanales al patio, al mundo interior del parvulario, damos mucha importancia al patio, porque el recreo es la actividad que más nos gustaba cuando íbamos al cole, los niños, tan pequeños y viviendo en una ciudad como Madrid, tienen que aprovechar este espacio exterior seguro para jugar.

Las aulas, agrupadas de dos en dos, se abren al sureste, con una fachada toda acristalada, permite que los niños puedan apoyar sus naricillas en el cristal para ver, si hay suerte, unos copitos de nieve algún día de invierno.
Las aulas son espacios cambiantes, pudiendo separar la zona de dormir de la zona de estancia, mediante un elemento desplegable que divide y oscurece, las camitas apilables dejan libre el espacio para estar del aula cuando no se utilizan. Como las aulas se agrupan en parejas, estas se conectan con un tabique móvil, para actividades conjuntas con los niños de la clase de al lado.
Cada aula tiene salida directa al patio. La unión entre pares de aulas se realiza por espacios polivalentes, cuyos usos pueden variar desplazando el mobiliario, con área de biblioteca, alfombras mullidas de colores y pequeños sillones para sentarse a aprender a leer, con cajones con ruedas donde transportar libros y juguetes.
Este espacio puede ser muy útil en los días demasiado fríos o demasiado calurosos como zona de recreo interior.

De este modo se crea un edificio cuyas aulas se van orientando a sureste conectadas por un espacio continuo y pulsante, que varía sus dimensiones.

Al exterior el edificio adquiere colores alegres y vivos que atraen al niño hacia dentro, donde los techos tienen alturas mínimas para que los pequeños se sientan mas confortables en un espacio que controlan y no los asusta por sentirse perdidos en él.
El patio, espacio principal de la escuela, se realiza pensando en diversas posibilidades de juego, los diferentes, suelos, texturas y la vegetación hacen que e niño desarrolle la imaginación.

En el centro del patio se colocan unos surtidores de agua, para refrescar el ambiente en verano, una zona de baño y juego con agua.

Las aulas de bebes, en un extremo, rodeadas por el abrazo verde protector de forma que el ruido, de la calle o del recreo, a penas llegue a los bebes. El espacio polivalente se estrecha para avisar que en esa zona hay que hacer menos ruido.

3 comentarios:

Jorge dijo...

ganaste el concurso?

violeta dijo...

Este no lo gané, solo fué seleccionado y quedó entre los 20 primeros de 200 y pico participantes, no está tan mal, no?

Señor Poteito dijo...

Digan lo que digan, está muy bien.
Me gustan tus ideas freshjcas :)
Por cierto, nos conocimos en Sevilla , un beso...